Presentación número 31, año 16
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Suárez, H. J. (2021). Presentación número 31, año 16. Cultura Y Representaciones Sociales, 16(31), I - III. https://doi.org/10.22201/crim.20078110e.2021.948

Resumen

Presentación: un nuevo ciclo

El esfuerzo intelectual llamado Revista Cultura y Representaciones Sociales tiene larga data. Empezó como un seminario dirigido por Gilberto Giménez a finales del siglo pasado que pronto, a mediados de la primera década del nuevo siglo, vio pertinente y necesario dejar trazo de las reflexiones que surgían al calor de las discusiones académicas. Cierto, en buena medida, vale lo que queda escrito, la palabra nos nombra, diría Octavio Paz, sin ella “nada somos”.

Ha recorrido mucha agua bajo este puente. Son treinta números con más de 300 artículos publicados. Decenas de autores han visto en la revista el ámbito para compartir sus investigaciones, sus reflexiones, sus ideas. Es un espacio abierto, creativo, que pretende rendir homenaje a la “imaginación sociológica” y la fluidez del pensamiento en un clima de libertad y responsabilidad. Porque de eso se trata. La revista desde su primer impulso siempre se pensó a sí misma como un lugar para exponer y discutir pensamiento. Lejos estamos de querer llenar más páginas en blanco buscando evaluaciones que fortalezcan una carrera profesional. Una publicación académica no tiene sentido si sólo sirve para cumplir un protocolo administrativo o un requisito profesional, se trata de publicar ideas que creemos que son pertinentes en el debate de lo público. Una revista es, antes que nada, una agenda intelectual que pretende marcar el rumbo, o al menos contribuir en los temas que tienen que ser tratados desde la academia. Es una apuesta por influir en la vida colectiva a partir de la investigación y la discusión de resultados.

En esta ardua tarea, Gilberto Giménez, al lado del equipo rector compuesto por los fundadores del proyecto, han tomado el timón por tres lustros entregando su pasión y talento, llevando la revista a un magnífico lugar. Se ha consolidado su presencia institucional, se han publicado artículos que tu- vieron importante impacto en la discusión universitaria, se ha promovido la circulación investigaciones, conceptos, resultados a nivel nacional e internacional sobre las ciencias sociales.

Pero los proyectos editoriales tienen también sus ciclos. Hoy la revista em- pieza una nueva etapa. El desafío no es menor, se trata de continuar con la calidad y pertinencia que la ha caracterizado, ahora mirando hacia adelante en el nuevo contexto cambiante. Herencia e innovación es un equilibrio difícil, un desafío. Agradezco con toda sinceridad al Comité Editorial que me ha nombrado director para este nuevo período, al CRIM y al IIS que han renovado su confianza en esta iniciativa.

Son tiempos donde el reloj va de prisa, si algo marca nuestra era es la sorpresa. Y vuelvo a Paz. En la conferencia de Estocolmo, el premio Nobel se refería a la modernidad y al fin de las utopías; lo que más bien está en duda —afirmaba el poeta— es “el fin de la idea de la historia como un fenómeno cuyo desarrollo se conoce de antemano”. “La historia es imprevisible”. Esa convicción pronunciada a finales de 1990 parecía desproporcionada cuando el mundo salía de la Guerra Fría y se adentraba en procesos democráticos con relativa estabilidad y sin grandes turbulencias en el horizonte inmediato. La inercia parecía marcar el rumbo. Pasaron tres décadas y lo que en verdad puso en juego el sentido de la previsibilidad histórica fue el virus que irrumpió en 2019. Desde la aparición del covid-19, nada es igual, y probablemente, nada volverá a serlo. “Todo lo sólido se desvanece en el aire” decía Berman recordando a Marx. Hoy esas palabras tienen más fuerza: es ahora cuando pasan de un enunciado filosófico a convertirse en historia.

Y en este nuevo mundo efímero y lastimado, ¿qué rol jugamos los trabajadores de la cultura? ¿Qué y cómo investigar? ¿Qué publicar? ¿Hacia dónde dirigir nuestras herramientas teóricas y metodológicas? ¿Para qué sirve nuestro saber? ¿Qué sentido tiene una revista científica digital como la nuestra?

Los largos meses de pandemia nos han impuesto nuevas maneras de ejercer nuestro oficio. La pantalla se ha convertido en nuestra vinculación con el planeta, no hemos cruzado palabra con los vecinos, pero hemos entrado a los domicilios de colegas que están a miles de kilómetros de distancia. Hemos dejado de encontrarnos con nuestros colegas en los pasillos de nuestras universidades, pero hemos intercambiado con aquellos a quienes no veíamos hace años. Unos lazos se han fortalecido en lo fugaz del universo internet, otros han terminado de diluirse. Y al medio, investigación digital, lecturas en pdf, seminarios virtuales, tutorías por Zoom, clases con alumnos que sólo vemos el rostro y acaso su nombre en letras pequeñas.

No hay virus que aplaque la investigación, el pensamiento, la necesidad de conocer y compartir los resultados. Por eso, la nave va, continúa la función. No sin ajustes, no sin nuevos desafíos.

En el Comité Editorial de la revista nos hemos puesto estas preguntas y las hemos discutido en profundidad. En esa dirección, para el número 30, que circuló el semestre pasado, hemos adoptado la “publicación continua” —o “rolling pass”— como modalidad temporal para la aparición de los artículos. En el presente número, todavía continuamos con el mismo formato hasta que lleguemos a una decisión más permanente. Por lo mismo, empezamos con documentos que luego se irán complementando con nuevos aportes en los meses venideros.

El presente volumen empezamos con tres estimulantes reflexiones. Philippe Corcuff, miembro de nuestro Comité Científico Internacional, y Sandra Laugier reflexionan sobre las series de televisión al calor de la filosofía de Stanley Cavell. Por su parte, Gustavo Adolfo Liloff y María Estela Ortega analizan las representaciones sociales sobre la enseñanza en contexto de pandemia. Cerramos con una deliciosa entrevista de Steven Navarrete y Andrea Hincapié al conocido historiador Carlo Ginzburg. En ella se aborda tanto problemas coyunturales como el sentido de la verdad, la ciencia y la historia en el período del reinado del fake news, como la importancia de su apuesta por la microhistoria. Sin duda una lectura indispensable.

Lo decía al principio, la Revista Cultura y Representaciones Sociales empieza una nueva temporada. Nuestro mayor compromiso es continuar con la calidad, la imaginación, la libertad y la rigurosidad en nuestra tarea de hacer ciencias sociales. Que disfruten estas letras, y que las ideas aquí vertidas sean semillero de nuevos pensamientos.

Hugo José Suárez

Director

Revista Cultura y Representaciones Sociales

https://doi.org/10.22201/crim.20078110e.2021.948
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